Sabemos que parte de nuestro público son personas que están buscando aprender desde lo más básico de este hermoso deporte mental, es por ello que hoy les dedicaremos un artículo a todos ellos.
La máxima “es fácil aprender a jugar al póker, lo difícil es dominarlo” es totalmente cierta. Este apasionante juego de cartas requiere de horas de dedicación, esfuerzo, exigencia y concentración.
Una cosa es echar unas manos entre amigos y otra bien distinta es afrontar un torneo presencial o una mesa de cash online. En efecto, todo el mundo es capaz de ganar dinero con AA, pero lo realmente importante es no perderlo cuando tengamos jugadas de rangos inferiores.
En líneas generales, para empezar a jugar al póker, ya sea en vivo o por internet, hay una serie de premisas claras: ser precavido, jugar agresivo, mostrarse imprevisible al resto de oponentes, saber qué manos jugar, no dejar pasar una buena oportunidad y no dejarse guiar por las emociones.
Al póker se aprende jugando, pero es totalmente necesario estudiar, analizar cientos de manos y repasar errores para dominar el juego de cartas más famoso del planeta.
Si tus ansias de empezar son incontrolables, sigue estos 10 consejos para iniciarte en el apasionante mundo del póker
1- Elección de modalidad y nivel
Omaha, Texas Hold’em, 7 Stud o 5 Card Draw son las variedades más conocidas, pero hay más. Asegúrate de conocer las diferencias entre ellas. Una vez te decantes por tu estilo favorito, no hay que precipitarse. Es recomendable empezar a jugar sin dinero, pasar después por un tiempo de rodaje en las mesas limitadas para, a continuación, dar el salto al no limit. Una vez allí, comienza en los niveles bajos y no subas hasta realmente dominar las mesas. Como dice el refrán castellano, es preferible ser “cabeza de ratón que cola de león”.
2- Emociones + alcohol = jugador perdedor
Parece una tontería, pero estar de mal humor puede empeorar nuestro juego, haber tenido una discusión con la pareja suele venir acompañado de manos mal jugadas y no estar en plenas facultades. Ya sea por ingesta de alcohol o por haber dormido poco, hay muchos elementos ajenos al póker que pueden afectar nuestra forma de jugar, lo que viene de la mano de errores y faltas de concentración. Recuerda, malas decisiones es igual a dinero perdido.
3-Juega con posición
Ten claro siempre en qué posición de la mesa se encuentran tus oponentes y saca ventaja de ello. Juega agresivo cuando seas el dealer y tira los proyectos regulares en malas posiciones. Dominar esta faceta del juego es algo básico.
4-Marca tus límites
No juegues por encima de tus posibilidades, con esto hablamos en términos económicos y emocionales también. No todo el mundo está preparado para perder según qué cantidades de dinero. Como ya hemos dicho, es importante empezar en niveles con pocas fichas e ir subiendo progresivamente cuando realmente se esté preparado. Y recuerda, generalmente, siempre habrá alguien mejor que tú.
5- Observa las cartas y a los demás jugadores
Aunque de distinta manera, esto es aplicable tanto en la modalidad online como presencial. Generalmente hay patrones que se repiten, jugadores con perfiles muy determinados y situaciones de juego que se suceden. Cuando juegues cara a cara, fíjate en las facciones, gestos y tics de los demás, pero ojo, no te dejes engañar, confía siempre en las buenas cartas más que en las muecas de tu rival.
6-Realiza Bluffs
Hay muy pocas sensaciones que produzcan más placer que la de colar un buen bluff (representar que tienes una mejor mano que la que realmente tienes, o mejor dicho “saber mentir”) con el premio de un suculento pozo. El bluff, al igual que tirar una mala mano o resubir con ases, forma parte del juego, por lo tanto utilízalo. Eso sí, como en todas las facetas de la vida, usa el sentido común.
7-Aprende a tirarte de manos peligrosas
Antes de que sea demasiado tarde. Aguantar a tu oponente sin posición, con malos proyectos y cartas débiles suele ser sinónimo de números rojos. No sigas viendo cartas sólo por no tirar las tuyas. Aprender a tirarse es sinónimo de victoria en el largo plazo.
8-Respeta tus rutinas y descansa
Como en muchas otras disciplinas, el póker desgasta, con la peculiaridad de que es un juego donde hay que estar constantemente aplacando montañas rusas de emociones. Muchas horas seguidas de concentración, ya sea en vivo o delante de un ordenador, produce mucho cansancio, físico y mental.
Nuestro consejo: crea tus propias rutinas, elige un lugar tranquilo, sin interferencias. Tomate tus descansos, procura estar bien hidratado y no comas delante de la pantalla, es mejor hacer un parón, a la larga será más productivo. También es importante, para los nocturnos, fijarse un horario para cerrar la sesión y respetarlo. Sabemos de la dificultad de abandonar la partida en mitad de una buena racha. Sé flexible y sírvete de estas rachas, pero márcate una rutina y duerme. Muchos profesionales señalan que el deporte ayuda a estar preparado para afrontar una intensa sesión de póker.
9-Saber perder y saber ganar
La gracia de todos los juegos es que unas veces se vence y otras se sale derrotado. Cuando entra en escena el factor dinero, perder duele más, pero eso no da derecho a ser grosero, reírse de los demás o faltar al respeto al contrincante. La educación es capital es este juego de caballeros/damas. Y esto también se aplica en la red, aunque no veamos la cara de nuestro oponente.
10- Elige bien las manos que juegas
Es conveniente tirar las denominadas cartas peligrosas, más si cabe cuando no disfrutamos de una buena posición. Selecciona qué manos jugar, pero, cuando lo hagas, piensa: ¿Es mi jugada la mejor de la mesa? ¿Estoy comprometido con el pozo? En caso afirmativo, se agresivo y ve a por todas. Al fin y al cabo, en el póker, como en la vida misma, quién no arriesga no gana. Todo este párrafo se puede condensar en una sola idea: “Juega pocas manos y siempre con buenas cartas”, así estarás más cerca de la victoria, o, al menos, más lejos de la derrota.