Nadie te discutirá que hay una correlación entre cuan bien juegas al póker y tu estado mental actual, o humor.
Un jugador deprimido jugará diferente que uno ebrio; un jugador hambriento cometerá más errores que un jugador fresco luego de la cena; un jugador exhausto terminará en bancarrota antes que lo esperes.
Cuanto mejor te sientas, más ganarásCuanto mejor sea tu humor, más descansado y energético estés, más dinero ganarás en la mesa de póker. Obviamente, no importa como te sientas o juegues, siempre te sentirás afectado por algún cooler o bad beat.
Pero siempre y cuando tomes las mejores decisiones posibles, estarás ganando la mayor cantidad de dinero posible.
Las decisiones que tomes en la mesa estarán influidas directamente por tu humor en ese momento. Si quieres un ejemplo de esto, mira un jugador en tilt, y compáralo con como jugaba luego de recién sentarse en la mesa.
Observa como el juego de un jugador sobrio cambia cada vez que toma, el sentimiento de sentirse invencible que se apodera de sus decisiones hasta el punto de donar excesivamente su dinero.
Como jugador deberías jugar cartas solo cuando estés en el estado mental adecuado para hacer dinero. El poker no es un juego para jugarlo pasivamente.
Como toda competición o deporte, necesitas concentrarte en el juego y estar listo para la batalla. Si los eventos de la vida afectan tu mente, entonces existirá la posibilidad de que no tengas la habilidad necesaria para concentrarte en el juego, y tomar la decisión correcta cuando una situación difícil llegue.
Cuanto más ganes, mejor te sentirás
¿Qué llego primero, el sentimiento o la ganancia?
Piensa en todas esas sesiones ganadoras que has tenido en tu vida, especialmente las de grandes ganancias. Recordarás una fuerte y cálida sensación de euforia situada firmemente en tu pecho en todas ellas. ¿Tuviste esa sensación a causa de ganar, o ganaste a causa de esa sensación?
La respuesta a esta pregunta es ambas. A pesar de que hubo sesiones en las que la sensación fue exclusivamente a causa de la suerte, la mayoría del tiempo la sensación es auto-perpetua. Si entras a una sesión con esta sensación, comenzarás a generar una ganancia.
La ganancia que logres forzará a que vuelva a comenzar el ciclo de la sensación. Hasta que el ciclo se rompa, eres un jugador muy peligroso en la mesa.
Rompiendo el cicloPara vencer a un jugador que se encuentre en este estado psicológico, tienes que romper el ciclo.
Romper el ciclo de un jugador en ese estado psicológico puede ser tan simple como vencerles en una mano.
Trata de hacerlos tirar sus manos, hacerles bluff, ponerles trampas en potes grandes para romper su ciclo.
Pero toma nota: nunca querrás jugar contra un jugador en el máximo de su ciclo si no es necesario. Jugadores en esta situación tomarán decisiones fuertes y harán jugadas fuertes, y jugarán un juego mucho más engañoso que cualquier jugador promedio.
Querrás jugar solo contra oponentes que están en algún lugar entre la mitad y el final de la escala psicológica. Cuando se desesperen por esa sensación jugarán a causa de esperanzas en vez de lecturas y probabilidades. Si conectan, el ciclo vuelve a comenzar, sino, se hundirán aún más en la desesperación.
Manteniendo la energía en la mesaMantener la energía alta en una mesa, y pasar un buen rato es más rentable que una mesa llena de jugadores con la boca cerrada.
Lo que tienes que entender es que un jugador con la sensación de victoria no es siempre una persona exuberante y extrovertida. A veces estos jugadores se mantienen dentro de la reclusión y concentrados.
La idea es desconcentrar a estos jugadores forzándolos a interactuar con el nivel social de gran energía en la mesa, para sacarlos de su juego. Si puedes sacar al jugador de su mejor juego, has roto su ciclo.
Si puedes tomar un jugador con un pobre juego y tratar de que sea el payaso de la fiesta, conseguirás que resulte en situaciones como all-ins a ciegas, entre otras acciones insólitas.
El póker como escape
Si te encuentras en la mesa con la idea de que el póker es una droga y que debes jugar en el mejor estado mental, lo siguiente tendrá perfecto sentido.
Si estás aburrido y molesto, el poker nunca será una buena idea para ti.
Nos sentamos en la mesa en busca de sentirnos mejor, curar nuestras almas en problema. Si tenemos suerte, podemos lograrlo, y esto nos alentará a cometer el mismo error en el futuro.
Como dije previamente, entrar en un juego con este humor es casi una pérdida asegurada. No eres capaz de jugar un poker óptimo, cometerás errores, y esos errores te costarán dinero.
Perder en este estado de humor solo hará las cosas peor. Estarás agregando un póker de baja calidad.
El póker nunca es un escape. El póker no es tu amigo. Es un campo de batalla de estrategias y resistencia. Si tienes problemas en tu vida, primero ve a solucionarlos. Habla con alguien, haz algunos cambios o espera. Haz lo que tengas que hacer; solo regresa al juego luego de hacerlo.
Antes de que puedas vencer a tus oponentes en la batalla psicológica en las mesas, deberás mantenerte firme en tu estado emocional. Si no tienes control sobre ti mismo, serás un jugador más que tendrás que controlar en cada bote.
Saludos Cordiales,
Staff CHILEALLIN.com