El póker es un juego increíblemente complejo. Es una gran verdad la afirmación de que se tarda unos minutos en aprenderlo, y toda una vida en dominarlo. Sin embargo, en algún punto hay que empezar.
Muy pocas personas logran un éxito inmediato y continuado desde el momento en que se sientan por primera vez a una mesa. Lo cierto es que la mayoría de los principiantes comenten errores garrafales que les suponen grandes pérdidas.
En esta sección, explicaré algunos de los errores habituales que cometen los jugadores de póker aficionados y, después, describiré brevemente los pasos que puede dar para asegurarse de estar en el camino de convertirse en un maestro del póker.
Usted no es el mejor jugador de póker del mundoLa mayoría de los aficionados creen que son mejores jugadores de lo que realmente son. Es probable que este razonamiento se deba a que la mayoría de personas que juegan al póker durante un largo periodo de tiempo experimentan en algún momento un cierto nivel de éxito. Muy pocas personas siguen jugando si pierden los primeros 20 torneos en los que participan. Esos jugadores abandonan y se van a jugar a otra cosa. Las personas que experimentan un éxito inmediato a corto plazo son las que seguirán jugando. Este éxito inicial es el que lleva a la mayoría de aficionados a confiar excesivamente en sus habilidades. En lugar de trabajar duro para mejorar al póker, dan por hecho que deben ser fantásticos.
Si desea convertirse en un excelente jugador de póker, es imprescindible que comprenda que todo el tiempo que pase sentado a la mesa debe estar prestando toda su atención al juego, y todo el tiempo que pase lejos de la mesa debe estar estudiando todos los aspectos del juego. En cuanto deje de estudiar, sus oponentes le superarán rápidamente.
La mayoría de los aficionados desarrollan una estrategia predeterminada y se atienen a ella; desarrollan sus estrategias en base a aquello que les hace sentirse cómodos. Esta situación les empuja a nunca usar faroles o a usarlos constantemente, en función de los oponentes contra los que suelen jugar. También suelen pensar en afirmaciones definitivas, como: “Siempre subo con una pareja alta”, “Siempre consigo mis proyectos de escalera” o “Fred siempre va de farol”.
Pensar de esta manera les lleva a cometer enormes fallos porque, en realidad, subir la apuesta con una pareja alta solo es adecuado en algunas ocasiones. Solo completará sus proyectos de escalera con la frecuencia que dicten las leyes de la probabilidad, y ‘Fred’ solo va de farol a veces. A medida que vaya acumulando más experiencia jugando al póker, descubrirá que los mejores jugadores están siempre atentos a la situación.
Realizan la jugada adecuada en base a la situación actual exacta, no a la situación en la que estaban la última vez que jugaron.
No permita que sus emociones afecten a su estrategiaOtro error bastante habitual que cometen los jugadores de póker aficionados es que juegan partidas demasiado grandes para sus cuentas. La mayoría de jugadores de torneos profesionales saben mantener, como mínimo, 100 compras mínimas en su cuenta. Lo que significa que si juegan torneos en los que la compra mínima es de usd$100, siempre guardan como mínimo usd$10.000 en sus cuentas.
La mayoría de aficionados, por el contrario, dedican una cantidad de dinero relativamente pequeña al póker, lo que les obliga a tener demasiado cuidado con el dinero que arriesgan. Si tiene una “cuenta de póker” de usd$500 y arriesga usd$100, comprendo perfectamente que la presión le resulte insoportable. Si en su lugar arriesga usd$100 de su cuenta de usd$10.000, podrá pensar con mayor claridad y tomar decisiones sensatas y objetivas porque la cantidad de dinero le resultará efectivamente irrelevante.
Cuanto antes deje de pensar en términos emocionales al jugar al póker, mejor. Es bien sabido que cuando los jugadores de póker tienen la cabeza en algo que no sea el póker, como puede ser una discusión con su pareja, problemas financieros en casa o cualquier otro asunto que exija dedicarle gran parte de su atención, tienden a jugar peor. También está bastante demostrado que las personas que se toman las acciones de sus oponentes como algo personal, suelen jugar peor que aquellos que simplemente hacen la mejor jugada posible en cada situación.
Si alguien constantemente vuelve a subirle sus apuestas, en lugar de sentirse molesto y tratar de demostrarle quién manda, trate de descubrir y aplicar una estrategia ideal para sacar provecho de su agresión.
El póker NO ES un juego sobre quién es el más gallito.
Decisiones basadas en las lecturasUn último error que quiero mencionar es que los aficionados saben que deben hacer lecturas basadas en el comportamiento de sus oponentes, pero no tienen ni idea de en qué deben fijarse realmente. Los aficionados tienden a buscar indicios obvios que les digan claramente si su oponente tiene una jugada ganadora o si va de farol. Aunque no es un mal lugar por el que empezar, si lo que desea es captar indicios útiles de forma regular, debería estudiar a sus oponentes cuando no estén en situaciones de alta presión y comparar la mirada que tienen con la que muestran cuando están en situaciones de alta presión.
También debería intentar descubrir qué es lo que pone nervioso a cada oponente en concreto. Por ejemplo, algunos jugadores se ponen nerviosos cuando saben que van a ganar un pozo enorme, mientras que otros muestran excitación cuando van de farol porque temen que van a perder un pozo enorme. Si bien los dos jugadores parecen estar nerviosos, lo están por motivos totalmente distintos.
Realizar lecturas básicas, como “está respirando con dificultad, eso significa que lleva una buena mano” o “está parpadeando mucho, eso significa que va de farol”, solo le servirá hasta cierto punto.
Saludos Cordiales,
Staff CHILEALLIN.com