A continuación, le presentamos unos consejos escritos por el jugador español Juan Manuel Pastor para PokerStars:
Les dejo con una decena de consejos muy básicos para acometer un torneo de póker. No son nada del otro mundo, pensaran algunos, mas no los echen en saco roto, porque en algún momento se acordarán de alguno. Eso sí, ya pueden ser la mismísima reencarnación de Stu Ungar, que sin suerte y ligue, nada de nada.
- No seas gallina:
Este no es un juego de gallinas; tampoco de temerarios. Puedes sentarte, tirarte de manos marginales, esperar una buena posición y jugar cartas fuertes, mas no salir huyendo cada vez que te hagan una apuesta grande o una resubida. Las ciegas acabarán devorándote si no aprovechas tus ocasiones y te dejas amedrentar.
- Vigila de cerca de tus oponentes:
Un torneo es una maratón: larga y tediosa. Te proporciona todo el tiempo del mundo para estudiar a tus rivales. Fíjate en sus gestos, en qué naipes juegan, en qué posiciones lo hacen y podrás predecir sus movimientos.
- Primer objetivo: la burbuja:
Lo primero que hay que hacer en esta carrera por etapas que es un torneo es llegar a premios. Es decir, conseguir una recompensa por nuestros esfuerzos. Siempre hay que poner un ojo en los jugadores que quedan y tener en mente esta meta.
- Ponte en las situaciones de los demás:
Piensa que tú estás pendiente del resto como ellos lo están de ti. Ponte en su pellejo por un momento: fijan su atención en ti y en tu juego. Con ello, intenta engañarles. Haz que piensen que tienen cogidas tus pautas y tiéndeles una trampa. Esto funciona mejor en las fases más avanzadas de un torneo.
- Al principio: no tires la casa por la ventana:
Se conservador en los primeros compases, únicamente metiendo grandes apuestas cuando lleves una jugada de entidad. Nunca te juegues todo tu resto al principio sin tener un “monstruo”.
- Pocas fichas: todo o nada:
Cuando tienes alrededor de 8-15 veces la ciega grande debes tomar decisiones que van a poner en el centro de la mesa todas tus fichas: es el momento de “todo o nada”. Qué quiere decir esto: si no tienes una buena mano, tírate; si la tienes, envida tu resto. Es así de sencillo. No veas simplemente la ciega grande, aunque al jugar todos tus puntos la gente se tire.
Es tu oportunidad para doblarte y la debes aprovechar. Los que tienen muchas fichas van a verte con manos marginales, ya que pueden permitirse el lujo. Van a ir intentando eliminar gente. Por tanto, tu ocasión de doblarte se encuentra en los restos grandes.
- Fases intermedias: ojo con los líderes en fichas:
En este momento la gente va cayendo como moscas. Se empieza a radicalizar el asunto, con jugadores con grandes pilas de fichas y mucho margen, y otros con pocas y una sola estrategia: o envidar su resto o tirarse. Cuando te enfrentes con alguien con más puntos que tú piensa que te puede dejar en la calle, por lo que calibra con tino tus movimientos. La ventaja es que debido a su poder en fichas pueden verte con manos secundarias que harán posible que te dobles o incrementes tu patrimonio sobremanera.
- Nos acercamos a los premios: llega la burbuja:
Tu tipo de juego va a estar marcado por el número de puntos que tengas. Si tienes muchos, aprovecha el momento y roba a mansalva. La gente con pocos va a tener miedo de quedar fuera de los premios. Si tienes pocos, o todo o nada, seleccionando muy bien posición y mano.
- ¡Estás en premios!
Has alcanzado tu primer objetivo. Por de pronto, ya has conseguido algo por tu esfuerzo. Ahora fíjate en tu pila de fichas y, si no es muy grande, juega con calma y de manera conservadora. Veras como, una vez rota la burbuja, la gente cae a gran velocidad. Tu siguiente parada: la mesa final.
- Mesa final:
¡Por fin! Objetivo alcanzado. Has llegado a la mesa final. Aquí, los que han aterrizado cortos de fichas suelen acabar muy pronto. Si estás por la media, usa la cabeza esperando que la gente empiece a salir. Esto te garantizará quedar entre los cinco primeros. Si estás aquí, conocerás a tus rivales. Juega posición y fichas. Si consigues amasar muchas, sé agresivo cuando creas que tienes la mejor mano o que el otro va débil.